Según Greenpeace, el borrador de la nueva directiva, que ha provocado diferencias entre los estados miembros, no introduce las garantas de seguridad necesarias para los consumidores y el medio ambiente frente a estos organismos.

La organización ecologista ha enviado una carta a la ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, pidiéndole que contribuya a subsanar estas carencias y que apoye la propuesta griega de moratoria.

En el caso de que el Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la UE no alcance un acuerdo respecto a la nueva directiva, la organización ecologista considera necesario la adopción de una moratoria, ya que en cso contrario las normativas actuales resultan insuficientes para detener los permisos de autorización de organismos modificados.

Para Greenpeace, el borrador de la nueva directiva debe incorporar responsabilidades penales, la necesidad de evaluar el impacto socio-económico de estos cultivos, requisitos para la exportación, cautelas para evitar el hibridamiento con especies silvestres y aplicar el principio de precaución ante cualquier solicitud de autorización.