De este modo, el Ejecutivo aragonés da cumplimiento a un acuerdo de las Cortes de Aragón del pasado 7 de octubre, que pide una moratoria mientras no haya protocolo ni se asegure la obligatoriedad del etiquetado de los transgénicos.

El ministro de Agricultura ha respondido al consejero aragons y le ha asegurado que sus sugerencias "serán tenidas muy en cuenta" en el estudio valorativo que Agricultura está ya realizando sobre las posibles medidas a adoptar y sus consecuencias.

El Gobierno de Aragón estima que en la comunidad autónoma se sembraron unas 8.000 hectáreas de maíz transgénico en 1999, la mitad que en el 98.

El consejero considera que al agricultor aragonés no le interesa sembrar un producto rechazado por los consumidores y una buena parte del sector de distribución, que no dmite determinados alimentos si no llevan el certificado de estar libre de organismos genéticamente modificados.