No obstante, oficialmente, la CMT guarda silencio, dado que todavía no tiene en sus manos la sentencia de la Sala Tercera del Alto Tribunal que ha estimado los recursos de la Comunidad de Madrid y un grupo de trabajadores contra el polémico traslado del regulador.

Desde el Ministerio de Industria consideran que la sentencia, que se dictó con 18 votos a favor y 13 en contra, no supondrá, en ningún caso, que el regulador tenga que hacer las maletas para volver a Madrid.

Según Industria, el varapalo judicial "no le pasará factura" al ministro Joan Clos, puesto que este departamento está dispuesto "a subsanar sus errores" una vez que estudie en profundidad la sentencia.

El 60% de la plantilla de la CMT ha dejado de trabajar en este organismo desde que el Gobierno decidió trasladar su sede a Barcelona, un cambio que se hizo efectivo el pasado 1 de enero de 2006, tras un real decreto aporbado por el Gobierno.

La CMT contaba en Madrid con 126 trabajadores, incluyendo personal directivo, cuando se publicó el real decreto por el que se trasladó su sede a Barcelona. Actualmente, de esa plantilla se mantienen 12 directivos y 49 técnicos y administrativos.