Los expertos consideran que con la apertura de los cinturones de Ronda, la Meridiana, la Gran Vía y la Diagonal, estos puntos dejarán de ser un "cuello de botella que estrangule la circulación", según palabras de Alfredo Morales, ingeniero del proyecto, y se convertirán en paseos donde se gane espacio pra peatones y aparcamiento.

El Nudo de la Trinitat, punto de unión entre las autopistas A-7 y A-18, permitirá a los vehículos que accedan a Barcelona por la zona norte evitar el centro urbano a través del Segundo Cinturón, que rodeará la ciudad por la parte de la montaña, y del Cinturón del Litoral.

Este "scalextric" ha supuesto una inversión de 8.500 millones de pesetas que los ingenieros consideran bien invertidos, ya que podrán circular por él una media de 60.000 vehículos por hora y contará cn paneles informativos para orientar a los conductores sobre sus destinos.

El Cinturón del Litoral tiene una longitud de 12 kilómetros por la franja costera, con cuatro carriles centrales (dos en cada sentido) sin semáforos, y cuatro carriles laterales para habilitar las entradas y salidas a los diferentes barrios de la ciudad.

El Segundo Cinturón empieza en la Diagonal y se prolonga durante 11 kilómetros por la ladera de Collserola hasta el Nudo de la Trinitat. A partir de ahí, está previsto quecontinúe, bajo la denominación de "patas", desde la Diagonal hasta el aeropuerto de El Prat y desde las Trinitat hasta Montgat.

Las dos "patas" cuentan con un presupuesto de 14.000 millones de pesetas la primera y 18.000 la segunda, sumando una longitud total de 12 kilómetros.

PROYECTO "EUROPOLIS"

La citada publicación señala además como otro de los factores que mejorarán la circulación de la ciudad la inclusión de Barcelona en el proyecto "Európolis".

Este programa de carácter tecnológicosupone una inversión de 5.000 millones de pesetas y permitirá, a través de cuatro centros de control que, por ejemplo, se cambie de sentido la circulación de los carriles de los Cinturones, en función de la densidad de tráfico.

Por otra parte, la Entidad Metropolitana de Transporte (EMT) aprobó el pasado mes de abril la construcción de 19.000 plazas de aparcamiento de disuasión en un plazo máximo de un año.

Otras 23.000 plazas se acondicionarán en el extrarradio barcelonés en un período de 32 mess, a las que habrá que sumar 24.000 de uso provisional destinadas para los Juegos Olímpicos.

Los nuevos establecimientos estarán emplazados junto a las estaciones de cercanías de las poblaciones de Cornellá, Esplugues y Sant Adriá, que están considerados básicos por los responsables de circulación para evitar que penetren en la ciudad los coches de los visitantes durante los Juegos.

BANCO DE PRUEBAS

El concejal de Circulación del ayuntamiento, Joan Torres, ha anunciado asimismo que en este perído se intentará reducir el tráfico privado a la mitad, por lo que se estudia la posibilidad de limitar la circulación en días alternos, según el número de matrícula.

El ayuntamiento pretende con todas estas medidas utilizar la cita olímpica como "banco de pruebas" para llevar a cabo experiencias restrictivas que puedan aplicarse cotidianamente en el futuro.

Pasqual Maragall, alcalde de Barcelona, ya ha manifestado que confía en que las nuevas técnicas que se están aplicando permitirán que "la ciuad no tenga problemas circulatorios a partir del 92; nuestras grandes dificultades serán las relacionadas con la indisciplina viaria, que atajaremos con dureza".

En este sentido, el munícipe anunció una limitación de la velocidad hasta 50 kilómetros por hora y mayor severidad para las "conductas arrogantes" de los conductores.

Incluso vaticinó que, a semejanza de lo que ocurre en Tokio, en un período corto de tiempo "la compra de un coche acarreará la adquisición o alquiler de una plaza de aparcaiento".