EL TRABAJO Y LA VIDA FAMILIAR AUMENTAN LA LONGEVIDAD SEGUN LAS CONCLUSIONES DE UN ESTUDIO SOBRE 400 GALLEGOS CENTENARIOS
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Un estudio sobre las condiciones de vida de 398 gallegos de más de 100 años defiende en sus conclusiones que una de las claves para superar esa edad es no tanto llevar una dieta sana como sentirse útil realizando algún tipo de trabajo y querido y arropado por los miembros de la familia.
Según el siquiatra Xesús Fraiz, autor del libro "La población centenaria de Galicia", la mayoría de los centenarios consultados para realizar este trabajo fuman tabac y beben café y alcohol y se alimentan primordialmente de proteínas y grasas de cerdo "tan perjudiciales en principio para las enfermedades cardiovasculares".
En declaraciones a Servimedia, el autor del estudio -realizado entre 1986 y 1991- que acaba de ser publicado, estima que esta paradoja puede explicarse porque son personas "que toda su vida hicieron ejercicio físico, que de la noche a la mañana no descansan, una vida muy dura".
Además, las grasas proceden de animales engordados sin hormonas"sin los aditamentos que ahora hay en todo tipo de alimentación". ¿Cuántas enfermedades del tipo del cáncer están apareciendo por colorantes y conservantes que antes no existían?, se pregunta Fraiz.
Asimismo, el medio social y natural así como la vida en familia y la realización de pequeñas tareas domésticas contribuyen a aumentar la longevidad pues, en opinión de Fraiz, "si te sientes útil, cuidando a los nietos, recogiendo hierba o dando de comer a los conejos, si no te sientes arrinconado, la activdad va declinando de una forma muy pausada".
Por ello, mientras que en Galicia sólo se ha encontrado a un 2 por ciento de los centenarios en asilos, en Europa esta tasa asciende al 15 ó 20 por ciento.
LA CIFRA "NEGRA" DE LOS 65
La obligada jubilación a los 65 años y el estrés hacen declinar el ímpetu de vivir ya que "personas mucho más jovenes, que tienen una actividad tanto física como mental envidiable, a partir de esa cifra 'negra' de los 65 años, cuando plenamente capacitadas dejan de trabaar, empiezan a decaer de una forma fabulosa y en dos o tres años parecen envejecer 20", señala.
Entre otras conclusiones, Fraiz mantiene que el 80 por ciento de los centenarios son el primogénito o los segundos y terceros hijos y que la demencia senil no parece aumentar por superar ciertas barreras de edad.
Finalmente, las mujeres se deterioran sicológicamente mucho más que los hombres. "Quizá sea porque la mujer tiene un nivel cultural mucho más bajo, mientra que el hombre, aparte de actividadesfísicas, lee o juega a las cartas, se mantiene sicológicamente más despierto y activo, con lo que parece retrasarse el deterioro", concluye.
(SERVIMEDIA)
04 Jul 1993
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