Así lo recoge un documento sobre el proyecto de real decreto para la integración de la perspectiva de género en la protección de la seguridad y la salud en el trabajo que el Ministerio somete a consulta pública hasta el día de mañana de cara a recabar opiniones para esta norma.

El texto consultado pone de manifiesto que el objetivo del nuevo real decreto es “asegurar que la aplicación de la normativa de prevención de riesgos laborales en las actividades por cuenta ajena integre la perspectiva de género y, en especial, en los servicios de atención domiciliaria y de limpieza y puesta a punto de habitaciones hoteleras”.

“El objetivo es introducir disposiciones relativas al desarrollo de la actividad preventiva, incluyendo acciones formativas (también de los delegados y delegadas de prevención), medidas materiales, a nivel organizativo, productivo o técnico, e inclusión de la perspectiva de género en las disposiciones convencionales que regulen la prevención de riesgos laborales”, destaca.

También pretende incorporar medidas sobre la evaluación específica del puesto de trabajo y medidas preventivas en el sector de la ayuda a domicilio, así como otras sobre acoso por razón de sexo.

El Ministerio argumenta que el trabajo de las camareras de piso conlleva la exposición a “un elevado número de riesgos laborales, especialmente de carácter físico, por la incidencia de patologías de carácter dorsolumbar y musculoesquelético, y también como consecuencia del estrés laboral motivado por los ritmos de trabajo”. La considera una actividad en la que debe atenderse “de manera particular la ergonomía, y donde la organización del trabajo, y particularmente del tiempo de trabajo, debe configurarse de modo que asegure una protección efectiva”.

Recuerda que, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en torno al 30% de los ocupados en hoteles y alojamientos similares son camareras de piso y pone de manifiesto la “desproporcionada incidencia de la producción de accidentes de trabajo en las personas que desarrollan la actividad de limpieza de habitaciones en relación con el resto de ocupaciones del sector”.

Respecto al trabajo de ayuda a domicilio, el Ministerio señala que el hecho de que los diferentes domicilios donde se prestan los servicios constituyan una esfera “aparentemente alejada del control que puede ejercer la empresa requiere que se efectúe un desarrollo normativo que determine el alcance de las obligaciones preventivas”. Específicamente, ve necesario “asegurar que se llevan a cabo visitas presenciales a los domicilios donde se lleva a cabo la actividad de cuidado a efectos de que se produzca la adecuada evaluación de riesgos laborales” exigida por la ley y prestar especial atención a la prevención del acoso sexual.

El proyecto de decreto también plantea incluir la variable del sexo de forma sistemática en las estadísticas, encuestas y recogida de datos o presentación de conclusiones y resultados que se lleven a cabo en el ámbito de la evaluación de riesgos laborales.

Por último, propone medidas en materia de trabajo autónomo y medidas a desarrollar por parte del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo y de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.