Este acuerdo hará posible que 350 nuevas unidades de autobuses adaptados se incorporen a la flota existente, que hasta el momento es de 1.082 vehículos. Según afirmó el ministro tras la firma del convenio, a finales de este año "contaremos con un servicio total aproximado de unos 1.432 autobuses penamente accesibles para todos los ciudadanos".

Añadió que se trata de un convenio "muy importante, ya que los responsables de las administraciones públicas estamos llamados a hacer políticas no para la mayoría, sino para todos".

Este convenio tiene como objetivo hacer más accesible el transporte público a aquellas personas que tienen alguna discapacidad o que pueden tener algún problema de movilidad, como son las personas mayores de 65 años, las personas muy obesas, las embarazadas y los lesionaos transitorios. Este grupo puede alcanzar el 25% de la población.

Por su parte, Rita Barberá destacó la importancia de este convenio, ya que "la manera de ofrecerles el transporte público en igualdad de condiciones a todos los ciudadanos es llevando a la práctica convenios como este. Estamos preocupados porque nuestros servicios lleguen en igualdad de calidad y de posibilidades a todos los ciudadanos", subrayó.

Junto con la asistencia técnica, a través del Instituto de Migraciones y Servicios Soiales (Imserso), el Ministerio aportará 550 millones de pesetas, que suponen el 75% del coste diferencial entre el precio del autobús de piso bajo y el convencional de similares características.

Al mismo tiempo, Trabajo suscribió un convenio de cooperación en el área de juventud con la FEMP para desarrolar actividades de mejora de la información, calidad de vida, formación y posibilidades de empleo de los jóvenes.