El doctor Carlos Simón Vallés, director científico del instituto, explicó hoy en Madrid que el trabajo premiao describe el 'diálogo' que se entabla entre el embrión y el útero materno a través de unas sustancias "que inducen a las células del epitelio (capa externa del endometrio) a romperse y permitir que el embrión se coloque".

"Descubrimos y comprobamos cómo el embrión por sí mismo cuando se pone en contacto con el endometrio de la madres es capaz de producir unas sustancias, que inducirán a las células epiteliales a romperse y permitirá que el embrión se implante", agregó.

El estudio señala que si e epitelio del útero no es sensible a estas sustancias o si el embrión no las produce no será capaz de traspasar la barrera epitelial y no se produciría un embarazo.

A juicio de este especialista, el descubrimiento es fundamental en el área de la infertilidad porque se podrá conseguir mediante estas sustancias que un embrión atraviese el epitelio y también será importante para la anticoncepción proque "si se inhiben se evita el embarazo", dijo.

CALIDAD DEL OVOCITO

La infertilidad se puede solucinar en el 95% de los casos mediante alguno de los tratamientos que existen. Las parejas candidatas son aquellas en las que la mujer tiene menos de 45 años y llevan más de dos años intentando infructuosamente tener un hijo.

Las cifras de embarazos logrados, en este centro, son de un 45% mediante fecundación 'in vitro' y de hasta un 60% con donación de ovocitos. El director médico del instituto en Madrid, Juan Antonio García Velasco, recordó que es cuanto más joven es la mujer mayores posibilidades de éito.

"A partir de los 35 años se produce una caida en la calidad de los ovocitos, que es mucho más pronunciada a partir de los 38 años", explicó.

Legalmente no se establece un límite para intentar un embarazo, "aunque nosotros, por las razones técnicas antes explicadas, lo hemos establecido a los 50 años", indicó el doctor Vallés.