En una rueda de prensa que convocó para la presentación de la memoria de actuación de la asociación durante 1992, Sánchez Miranda reconoció que el interés que se muestra ahora a través de iniciativas públicas y privadas era impensable hae tan sólo seis años.

Asimismo, informó que durante 1992 se culminaron muchos de los trabajos iniciados en el 91 para sacar de la clandestinidad a 3.000 inmigrantes "que ahora alimentan a unas 30.000 personas en sus países de origen".

Según el presidente de "Almería Acoge", calculan que han atendido en los diverosos locales que la asociación tiene en Almería a 12.000 personas y ha hecho múltiples gestiones para solucionar la situación de unos 500 inmigrantes que "están dando tumbos por la provinca".

"1992 ha sido el año de las pateras y de los 1.000 muertos en el estrecho. También ha sido el año en que pasamos a ser europeos y nos subimos al carro del racismo", subrayó Sánchez Miranda, al tiempo que destacó que 1992 fue el año de la solidaridad con los inmigrantes.

Sobre el asentamiento permanente de la población inmigrante en Almería, Sánchez Miranda dijo que sólo el 3,5 por ciento de los extranjeros que llegaron a Almería en el 92 lo hicieron procedentes de otras regiones españolas, mintras que en 1991 el porcentaje fue del 55 por ciento".

Junto a esos datos, la memoría de "Almería Acoge" revela que el 61,3 por ciento de los inmigrantes viven en cortijos y viviendas diseminadas fuera del casco urbano, "lo que les mantiene aún más al margen de la sociedad".

Sánchez denunció las precarias condiciones de habitabilidad de la mayoría de las "viviendas" ocupadas por africanos y asiáticos.