Según los planes previstos, en los próximos tres días se habrán reincorporado un total de 67 empleados de Yanko en la fábrica de Inca y en la factoría de la localiad de Lluchmajor.

Camp firmó la pasada semana un convenio con los propietarios de Yanko, la familia Albaladejo, y el Gobierno balear, que actuó en calidad de accionista de la empresa comercializadora de las marcas. En el acuerdo, el inversor se comprometía a asumir de forma provisional los costes del inicio de la producción de calzado, a la espera de que pudiese adquirir en propiedad las marcas en el proceso concursal de quiebra.

La familia Albaladejo cumplió hoy uno de los requisitos planteados n el acuerdo, al presentar en los juzgados de Inca la solicitud de quiebra voluntaria. En caso de que el proceso concursal de la quiebra se resuelva en favor de Camp, el empresario catalán se compromete a asumir a un total de 130 trabajadores, de los más de 200 que tenía la empresa ahora en suspensión de pagos.

El reinicio de la producción que comienza hoy irá encaminado a servir los pedidos ya efectuados desde el mercado nacional y desde Japón, tratando de rescatar aquellos pedidos que estaban a punt de perderse. Camp prevé restructurar todo el sistema de producción de la empresa.