En las dependencias del rotativo en Alcobendas reina la sensación de estar realizando una heroicidad. "En agosto ninguno hubiéramos imaginado que íbamos a resistir de esta manera", señaló a Servimedia Miguel Revuelta, presidente del comité de empresa, "y a pesar de la decepción por la falta de soluciones, tenemos la satisfacción de estar haciendo con sacrificio u trabajo digno".

Con la idea de que "mientras hay vida hay esperanza", la plantilla del periódico ha decidido resistir en sus puestos, han acordado recortar sus sueldos y cobrar 100.000 pesetas, desde el director general hasta el último empleado, y van a sacar adelante como sea la edición diaria, aunque cada día tienen menos claro cuál puede ser la salida de este callejón.

La empresa mexicana Editoriales del Sur, teórica propietaria del periódico, ha resultado ser una ficción (no ha dado nunca lacara y ni siquiera el embajador de México conocía su existencia), y los anteriores propietarios, la Conferencia Episcopal y Antena-3 TV, se han desentendido ya de cualquier responsabilidad.

Ayer jueves, los trabajadores protagonizaron ante la sede de Banesto en la madrileña calle de Alcalá la manifestación número quince de las que han emprendido contra los que ellos consideran responsables del desmantelamiento del periódico: Mario Conde y Antonio Asensio (principales accionistas de A-3 TV), y la Iglesa.

"Seguimos bajo la intervención judicial y las reservas de papel nos dan confianza en que podemos afrontar de momento el próximo año en un ambiente de continuidad, aunque sea en precario, hasta que lleguemos a una solución", aseguró Revuelta.

Después de un primer momento en el que aparecieron varios posibles compradores, entre ellos José María Ruiz-Mateos, con diversos proyectos de viabilidad que no fructificaron, la situación se ha estabilizado en una espera indefinida: los contactos con los rpresentantes de los mexicanos no avanzan ni retroceden, pero el periódico sigue adelante.

Para demostrar que los ánimos no decaen, los trabajadores van a organizar una gran fiesta para antes de las navidades en la que celebrarán, con los compañeros de otros medios y con la gente que les ha apoyado hasta ahora, que el diario sigue vivo, "como una prueba de que la libertad de expresión ha prevalecido sobre los planteamientos empresariales", señaló el representante laboral.