Los empleados de Unión Naval de Levante cerraron con candado la parte de oficinas de la fábrica y aseguraron que están dispuestos a mantenerse en esa postura hasta que ambas partes se sienten a negociar. Manuel Quero, miembro del comité de empresa, señaló que mañaa decidirán si mantienen la retención de los directivos.

El expediente de regulación, presentado el pasado día 15, prevé la rescisión de 278 contratos. Además, la empresa, que preside Fernando Abril Martorell y cuyo capital es propiedad del Banco Central Hispano en un 90 por ciento, ha propuesto la reducción de un 25 por ciento en los salarios y un aumento de la jornada laboral. El comité de empresa respondió que es "imposible" aplicar estas medidas.

Unión Naval de Levante, con 870 trabajadores epleados, es la única empresa española especializada en construcción de buques de lujo.