Para los sindicatos, el objetivo de sus acciones sigue siendo el mantenimiento del centro de Zona Franca y de la lantilla y el rechazo total a la reducción de los sueldos, que significaría un recorte de unas 12.000 pesetas mensuales de promedio por trabajador. La discusión de estas propuestas con la cúpula de Seat y Volkswagen está prevista para la próxima semana.

El secretario general de UGT en Seat, Enrique Montoya, manifestó que "cualquier sacrificio es por el mantenimiento de los puestos y sus instalaciones, y a nosotros se nos dice todo lo contrario: sacrifícate, y encima te cierro la planta y no te garantio los puestos de trabajo".

La dirección de Volkswagen también planteó a los sindicatos, durante las reuniones celebradas esta semana en Praga, que sólo complementará hasta un 70 por ciento el sueldo de los trabajadores de la factoría de Zona Franca que se vean afectados por el expediente de regulación de empleo, que podrían ser 4.600.

A lo largo de la asamblea, los dirigentes sindicales centraron también sus críticas en la actitud de todas las administraciones por no haber apoyado con suficiente ecisión el futuro de Seat, y consideraron que si desaparece la planta de Zona Franca también podrían correr peligro las de Martorell y Landaben.