Según inforó hoy la Jefatura Superior de Policía, el vigilante jurado fue ingresado en el Hospital Clínico con una puñalada en el abdomen. El presunto autor de la agresión, Samuel Gwos Levi, de 36 años, fue detenido por la policía.

Sobre las once de la pasada noche, una pareja de vigilantes jurados indicó a varios vendedores ambulantes que recogieran su mercancía, lo que dio origen a un incidente en el que resultó apuñalado uno de los guardas.

El agresor huyó a la carrera perseguido por el compañero del herdo, aunque logró salir en la calle. Una vez allí, una patrulla de la Policía Municipal observó lo que ocurría y colaboró en la detención de Samuel Gwos.

En su declaración, el detenido reconoció ser el autor de la agresión, aunque negó ser vendedor ambulante. Afirmó que observó un tumulto en la estación y se acercó a ver lo que ocurría. Según su versión, en ese momento fue golpeado por los vigilantes, por lo que utilizó la navaja para defenderse.

Esta es la segunda vez en lo que va de año en que u vigilante jurado del Metro es apuñalado en la instalaciones de la red. El pasado 12 de abril un guarda fue herido por arma blanca en la estación de Argüelles por un grupo de jóvenes que habían entrado sin pagar y que estaban destrozando el mobiliario de los pasillos.

MAS AGRESIONES

Esta agresión y otra serie de actos violentos de los que fueron víctimas los empleados durante ese mes propició a principios de mayo una reunión entre los representantes del comité de empresa y el delegado del Gobierno, n la que la dirección de Metro, también presente, se comprometió a acelerar las inversiones previstas en sistemas de seguridad.

Por su parte, Crespo indicó que estudiaría la posiblidad de prolongar el horario de la comisaría de Sol y de establecer vigilancia policial nocturna permanente, tal como pidieron los trabajadores.

Sin embargo, según declaró hoy a Servimedia Víctor Romano, miembro del comité de empresa de Metro, dicha entrevista no sirvió para nada a los trabajadores, "porque prácticament nos dijo lo que nos venía repitiendo, que no tiene medios".

Añadió que a pesar de que Crespo afirmó entonces que las incidencias en Metro habían bajado, a su juicio son cada vez más graves, por lo que volvió a pedir una mayor presencia policial en la red del ferrocarril subterráneo y un aumento de la plantilla de vigilantes jurados, que se ha reducido en la actualidad a unos 120 guardas.

Anunció que han solicitado una entrevista al concejal de Seguridad del Ayuntamiento, Carlos López Collado, enla que le exigirán que la Policía Municipal realice rondas de vigilancia por el Metro, reunión que, tras este suceso, intentarán que se celebre lo antes posible.

Asimismo, volverán a proponer a la dirección de Metro que disponga una pareja de vigilantes para cada dos o tres estaciones y que dote en un tiempo breve a todo el personal de Metro de un sistema de radioteléfono.

En caso de que estas reuniones no concluyan con unos compromisos concretos y a corto plazo, indicó que los trabajadores no decartan realizar medidas de presión, "porque esta situación ya no es posible".