Los empleos del futuro exigirán no sólo un conocimieto específico en un campo determinado, sino también competencias sociales y aptitudes para resolver los problemas. Es decir, una nueva actitud hacia el trabajo mucho más flexible que hasta ahora.

El encuentro organizado por la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales del Parlamento Europeo ha dejado claro que los continuos cambios en el mundo laboral exigen una mayor capacidad de adaptación.

Las mejores perspectivas de trabajo para el futuro se encuentran en el sector servicios, sobre todo en la ateción sanitaria, el turismo y la asesoría a empresas. También ciertos ámbitos de la industria, como las tecnologías de la información y la electrónica, gozarán de gran empuje en las próximas décadas. Así al menos lo defiende el diputado Thomas Mann, encargado del informe de iniciativa sobre este tema.

Algunos oradores advirtieron, sin embargo, que es difícil, e incluso peligroso, adelantar qué tipo de trabajos serán los más solicitados, puesto que las tendencias cambian rápidamente.

La mejor formade responder a la continua evolución del mercado es potenciar la enseñanza y la formación continua. Pero también sería necesario, consideran los expertos, aumentar el nivel de creación de puestos de trabajo mediante políticas activas de fomento, sobre todo en el ámbito de las pequeñas y medianas empresas (pymes). En este sentido, los poderes públicos tienen una gran responsabilidad en las inversiones en infraestructuras, en investigación y en desarrollo.