Así lo explicaron, tras la reunión, el presidente de la Sepi, Ignacio Ruiz-Jarabo, el secretario general de la Federación de Minerometalúrgica de CCOO, Ignacio Fernández-Toxo y el secretario confederal de UGT, Pablo Romero, quienes hicieron referencia a la "dureza" de las conversaciones mantenidas.

Ambas partes se acusaron mutuamente de incumplir los acuerdos firmados en marzo de 2001, cuyos puntos más significativos establecn el mantenimiento de todos los centros y puestos de trabajo por parte de la compañía, a cambio de que los trabajadores resolvieran los conflictos que pudieran generarse "por la vía del diálogo".

Así, Ruiz Jarabo anunció que el próximo martes, 17 de febrero, Izar presentará a los sindicatos ofertas concretas para que los astilleros de Sestao (Vizcaya), Juliana (Gijón), Puerto Real (Cádiz) y Fene (La Coruña) contraten barcos, al ser los más afectados por la falta de carga laboral y estar sub-ocupados. A este respecto, advirtió que las actuales condiciones de competencia en el mercado constructor de buques "podrían obligar a acudir a fórmulas flexibles de producción", lo que cambiaría la estructura de las plantillas y, posiblemente, los costes y salarios necesarios para afrontar las ofertas "con garantías".

En cuanto al bloqueo del convenio colectivo, el presidente de la Sepi consideró que el aumento salarial que piden los sindicatos (del 3,3% para el pasado año y del 3,2% para el presente ejerccio) "no son compatibles" con la actual situación del mercado y consideró que "será necesario afrontar un cambio en el metodo de trabajo y construcción".

"ULTIMA OPORTUNIDAD"

Por su parte, los dos representantes sindicales explicaron que la reunión del próximo martes "es la última oportunidad" para solucionar el conflicto y tendieron la mano a Izar para retomar las negociaciones del convenio y poder desconvocar las movilizaciones y los paros que se están produciendo en todos los astilleros españoles

En este sentido, reconocieron que la propuesta de la Sepi "debe ser analizada con cautela", ya que "no se ha producido ninguna oferta concreta", por lo decidieron mantener el calendario de manifestaciones y protestas.

Por lo tanto, la intención de la entidad pública de escoger un arbitro independiente que acerque las posturas de trabajadores y empresa queda descartada, ante la dificultad de delimitar las cuestiones sobre las que este mediador podría decidir. "Un arbitro es un fracaso de los negoiadores", señaló Fernández-Toxo.