Una de las trabajadoras en huelga de hambre, Pilar López Estévez, había tenido que ser ingresada en el propio centro hospitalario hace varios días, como consecuencia de su estado de salud. Sin embargo, era alimentada sólo con suero, mientras dos compañeras y tres dlegados sindicales mentenían huelga de hambre encerrados en el hospital.

Trabajadores y sindicatos firmaron finalmente un acuerdo con la gerencia que permitirá que los siete trabajadores despedidos puedan volver a ocupar sus puestos de trabajo, después de una prueba en la que participarán con méritos preferentes.

Cuatro de los trabajadores despedidos habían renunciado a presentar reclamaciones ante los tribunales, mientras que los tres restantes emprendieron, además de la huelga de hambre, accions judiciales, con el respaldo único del sindicato CCOO.

En el caso de que los tribunales declaren improcedentes los despidos, las trabajadoras deberán ser reintegradas en sus puestos con la antigüedad de que disponían antes del polémico despido, cerca de cinco años.

Los trabajadores despedidos trabajaban en el Hospital Provincial y en el sanatorio psiquiátrico de O Rebullón, ambos dependientes de la Diputación Provincial.