El 40% de estos contratos se firmaron en Madrid, Barcelona, Málaga, Baleares y Murcia, entre trabajadores que aceptaron mudarse a otra provincia. En el 45% de los casos la región a la que se marcharon a trabajar fue Madrid, Cataluña o la Comunidad Valenciana.

El número de contratos firmados que supusieron el traslado del trabajador a otra comunidad aumentó un 8,1% en 2007 respecto del año anterior, mientras que en el caso de los contratos que implicaban el cambio de provincia el incremento es del 12,3%. En ambos casos, el crecimiento superó en 4 décimas al registrado durante 2006.

El perfil básico del trabajador que acepta estos contratos que suponen el cambio de domicilio se corresponde con el de un hombre, de unos treinta años, con estudios secundarios y que ocupa puestos poco cualificados en la construcción o en la agricultura.

Por sectores, aún siendo la construcción en el que más ha caído la contratación es el que mayor tasa de movilidad muestra y en el que más ha crecido, 1,1 puntos respecto a 2006. Este sector y el agrícola son los que proporcionalmente más contratos de este tipo registran, aunque en valores absolutos queden por detrás del sector servicios.

La tasa de movilidad de los trabajadores extranjeros en España es superior a la de los españoles. Los mayores flujos de trabajadores extranjeros se producen en las provincias mediterráneas, como Murcia, Alicante, Almería y Barcelona, que recibe trabajadores provenientes de Tarragona, Gerona y Valencia.

Las ocupaciones en las que se registran más contratos a extranjeros que implican el cambio de residencia son las de trabajadores agrícolas y del hormigón y ferralla.