Los trabajadores abuchearon y profirieron insultos contra el presidente del Principado, Antonio Trevín, cuando se disponía a entrar en la basílica para asistir a los actos.

La Guardia Civil tuvo que intervenir para controlar a los manifestantes y hbilitó dos pasillos laterales para que la gente pudiera acceder al recinto.

Además, cuatro empleados de la empresa se encadenaron frente a la cueva de la Virgen para impedir el acceso a la misma de los miles de fieles que visitan hoy Covadonga.

La Guardia Civil les advirtió que serían desalojados si persistían en su empeño de permanecer encadenados, por lo que los manifestantes decidieron abandonar su actitud y simplemente mantuvieron una presencia testimonial sin interferir en el paso de los fiees.

Por su parte, el arzobispo de Oviedo, Gabino Díaz Merchán, se refirió en su homilía a los disturbios que se habían producido a la entrada de la basílica y manifestó su comprensión ante la situación que atraviesan estos y otros trabajadores de Asturias que se encuentran en paro, aunque lamentó que hechos de este tipo se produjeran ante un santuario.

El presidente del Principado, Antonio Trevín, eludió hacer comentarios sobre la actitud de estos trabajadores, que desde hace varios días vienen potagonizando protestas de este tipo.

Trevín declaró que el Gobierno regional ha mediado con la dirección de Duro Felguera para queretrase la aplicación del expediente de rescisión de contratos a los 232 trabajadores de la empresa y pueda establecerse una negociación con los representantes sindicales.