Los motivos de este cambio, según Javier Rodríguez, representante de los trabajadores, es que la empresa, que estaba sobre aviso, utilizaba a personal contratado exprofeso para suplir a los trabajadores durante el tiempo que duran los paros.

Con esta decisión, el Casino quedará bajo mínimos desde las 17,30 a las 18 horas y desde las 2 hasta las 4 de la madrugada, periodo de tiempo n el que sólo funcionarán el 10 por ciento de las mesas de juego.

Sin embargo, ninguna de estas posturas parece inmutar a la empresa, que, según los trabajadores, sigue negándose a negociar un convenio laboral, en el que las propinas no sean la única fuente de los salarios.

La última reivindicación de los empleados del Casino es la implantación de un horario anual. También reclaman a la Inspección de Trabajo que se implique en este problema, que dura ya diez meses, y al delegado de Gobierno en Marid, Segismundo Crespo, que se pronuncie sobre la posible ilegalidad de los contratos realizados por la empresa en tiempo de huelga.