Los trabajadores de Alditrans, junto a los dos hijos menores del industrial secuestrado y un grupo de ciudadanos vascos, se concentraron este mediodia en los jardines de Alderdi Eder, de San Sebastián, como cada sábado, para solicitar la liberación de José María Aldaya.

Cercadillo señaló a Radio Nacional que se siente decepcionados por el "caso omiso" de algunos políticos, en contraste con otras situaciones similares en las que "se han mojado un poco", por lo que recalcó que "José Marí es igual de ciudadano que los demás".

Los empleados de Aldaya quieren que los políticos que acuden a sus concentraciones vayan representando a sus partidos y no a "título individual", y aseguran que ninguno ha ido a plantear "ninguna iniciativa de ayuda".

Los operarios de Alditrans se mostraron convencidos de que Aldaya es fuere y podrá soportar el secuestro. Anunciaron, además, que seguirán con sus movilizaciones, e incluso realizarán alguna nueva, hasta que su jefe esté en libertad.