El suces tuvo lugar pocos minutos antes de la media noche, cuando Modesto Mora Gil, de 36 años, depositaba junto a la vía unas herramientas en compañía de otros cuatro compañeros de trabajo, para acometer una serie de reparaciones en la línea férrea.

Al parecer, el finado se vio sorprendido por la cercanía del convoy, y cuando quiso apartarse de la vía resbaló, siendo arrollado por el tren, que detuvo su marcha tras el impacto.

Se da la circunstancia que este tren cubría el primer viaje de la línea especal entre Madrid y Fuengirola, puesta en marcha por Renfe para atender la demanda de pasajeros hacia la Costa del Sol.

El convoy reanudó su marcha una hora después del suceso, una vez realizado el informe técnico por el maquinista del tren y tras la llegada del juez de guardia y los efectivos de la Guardia Civil de los puestos de Coín y Cártama, que localizaron los restos de Modesto Mora en un radio de cien metros.

El infortunado trabajador, natural de Toledo y vecino de Málaga, deja esposa y dos ijos de corta edad.