El gerente, que calificó de "lamentable, desgraciado y fortuito" el accidente, aseguró que la Empresa Municipal de Transportes está libre de responsabilidad.

El suceso tuvo lugar en una zona de maniobras donde el conductor auxiliar de estación Egenio Pérez, que se encontraba de espaldas, no advirtió que el autobús recién salido de un foso, que había tocado el claxon y circulaba marcha atrás, se le echaba encima.

A pesar de que la zona estaba suficientemente iluminada, el mecánico que en ese momento manejaba el vehículo no advirtió la presencia de su compañero y le golpeó, presumiblemente en la cabeza, causándole la muerte. La Policía practicó al conductor la prueba de alcoholemia, con resultado negativo.

Burgaleta explicó que el operari no había hecho uso del obligatorio chaleco reflectante, "bien porque en ese momento tuviese una misión que considerara que no lo debía utilizar, bien porque se trasladase a otro vehículo y le fuese incómodo, o por las causas que sean".

Se ha hecho cargo de las diligencias el Juzgado de Instrucción número 12 de la capital. Por su parte, la EMT ha abierto una "información exhaustiva" para determinar las causas, las responsabilidades a que hubiera lugar y poner toda esa información a disposición de las utoridades que la reclamen, según manifestó el gerente.