LA TOXINA DEL BOTULISMO AYUDA A CONTROLAR LAS ALTERACIONES INVOLUNTARIAS DEL MOVIMIENTO (DISTONIAS)
-Una dosis de toxina paraliza el músculo de cuatro meses a 8 semanas
-En España existen más de 60.000 personas afectadas, muchas de ellas sin control
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La toxina del botulismo controla las cotracciones o espasmos de los músculos que caracteriza a la distonía, uno de los cinco trastornos del movimiento, que suele ser manifestación de otras enfermedades y que afecta a unas 60.000 personas en España.
Según el doctor Justo García de Yébenes, jefe del Servicio de Neurología de Fundación Jiménez Díaz de Madrid, en estos momentos no existe un tratamiento curativo de la distonía y los neurólogos sólo pueden controlar los síntomas.
Una dosis de tóxina botulínica paraliza el músculo "durante uos cuatro meses (en músculos pequeños, como los de los ojos o la laringe) u ocho semanas en el casos de las tortícolis espamódica".
La utilización de esta toxina en el tratamiento de movimientos incontrolados comenzó por el estrabismo y fue en 1982 cuando se experimentó en las distonías. El tratamiento llegó a España cuatro años después.
Los tipos de distonías más frecuentes son el blefarospasmo (cierre involuntario de ambos ojos), tostícolis espasmódica (retorcimiento intermitente del cuello), epasmo hemifacial (contracciones y espasmos de un lado de la cara) distonía oromandibular (movimientos anormales de la mandíbula) y calambre del escribiente (contracciones anormales del brazo y la mano de escribir).
ENFERMEDAD DESCONOCIDA
El próximo mes de mayo, la Asociación de Lucha contra la Distonía en España organizará en Madrid unas jornadas sobre este problema de salud, "que por ser tan desconocida provoca la peregrinación de los enfermos de un lugar a otro sin encontrar solución", afirmó Felia Justo Alonso, presidenta de la asociación.
Aunque en España se calcula que unas 60.000 personas pueden padecer algún tipo de distonía, la cifra podría ser mayor dado que muchas personas la desconocen y han sido continuamente rebotados de un especialista a otro sin solución.
"Hasta que se encuentre una solución definitiva, lo que pretendemos es mejorar la calidad de vida de estas personas, que involuntariamente se encuentran en la mitad de una calle sin poder abrir sus ojos o sin poder girar el uello", dijo Felisa Justo.
(SERVIMEDIA)
29 Ene 1994
EBJ