Chaves se mostró ayer partidario de ampliar hasta el 50% el tramo autonómico del IRPF, aunque precisó que esta iniciativa ha de estar acompañada por una mayor corresponsabilidad en los impuestos especiales, "similar a la del IRPF", al tiempo que dejó claro su rechazo a un sistema negociado bilateralmente.

En ello coincidió hoy también su homólogo gallego, quien indicó que "no tendrá el apoyo de nuestra comunidad y el mío como presidente cualquier propuesta de reforma que generara disminución de los elementos de cohesión y de solidaridad que requiere el Estado de las Autonomías".

"(lo que defiende Chaves) va en la línea que he defendido de mayores cotas de autonomía fiscal", explicó Touriño en rueda de prensa, tras reunirse en la Casa de Galicia de Madrid con miembros de la Asociación de Empresarios Gallegos en Madrid (Aegama), a quienes transmitió las buenas perspectivas económicas en Galicia en función de lo que definió como "cambio tranquilo" y "estabilidad" tras el mandato de Manuel Fraga.

A su juicio, y en alusión a la reforma propuesta desde el Parlamento catalán, "establecer cuotas de solidaridad y generar espacios fiscales propios en términos de agencias tributarias que gestionaran de manera independiente la totalidad de los tributos, y que a partir de ahí se negociara lo que se aporta al Estado, va en línea contraria al mantenimiento de los instrumentos fundamentales de cohesión y de igualdad plena de los ciudadanos en el acceso a los bienes y servicios públicos elementales".

Preguntado por el proceso de reforma estatutaria gallega, Touriño reiteró que la que bautizó como la "vía gallega" cumplirá las condiciones de respeto a la Constitución, "imprescindible" consenso entre PP, BNG y PSdG, y de garantía de mayor autogobierno que "garantice la identidad con la cohesión social y territorial".