En una declaración institucional con motivo de la disolución del Parlamento gallego y la convocatoria de elecciones autonómicas, Touriño afirmó que "hay cosas importantes en juego" y "el Parlamento, el Gobierno y el presidente que salgan de estas elecciones tomarán decisiones que afectarán a la vida de las personas, al bienestar de las familias, a la actividad de las empresas y al futuro de nuestros hijos".

Asimismo, manifestó que Galicia "puede estar satisfecha de sí misma" por todo lo que ha logrado en los últimos años y tiene que aprovechar el periodo de crecimiento económico para avanzar más que los demás en progreso y modernización.

Por otro lado, dijo que la comunidad necesitaba una democracia moderna y plena, con una administración "transparente, libre de aquellas zonas oscuras en las que sabíamos que algo ocurría, pero casi ninguno sabía qué ocurría", con una cooperación leal entre las instituciones del Estado, con capacidad de promover el diálogo y la concertación social y de buscar espacios de acuerdo con las fuerzas políticas.

"Galicia tiene que fortalecer sus servicios públicos esenciales y avanzar en sus políticas sociales", insistió, ofreciendo a todos una sanidad y una educación del máximo nivel.

También apeló a la necesidad de que Galicia afirme su identidad política, su personalidad cultural y su riqueza lingüística, que deben ser "instrumentos de convivencia y no de división".

Respecto a la situación económica, dijo que "estamos ante una crisis global", lo que no debe ser un argumento para la pasividad, sino lo contrario. Igualmente, se refirió al deber de ayudar a quienes sufren más los efectos de la crisis e hizo un llamamiento a la unidad de toda la sociedad gallega.