Así se expresaba hoy José Ignacio Vaquero, portavoz de los "Profesores desterrados", colectivo compuesto por 65 profesores madrileños, destinados fuera de la capital, que llevan 36 días "viviendo" frente a la puerta Ministerio de Educación, en la calle Alcalá para que se les permita, a través de un traslado, trabajar en Madrid, donde tienen sus familias.

En un "desayuno" ofrecido a los medios de comunicación esta mañana, Vaquero explicó que con la legislación sobre concurso de traslados para docentes de 1991 se rompía el turno de antigüedad y tenían preferencia para obtener plaza en Madrid todos los profesores de promociones posteriores a las de los miembros del colectivo, imposibilitando a los "desterrados" regresar a la capital.

Los profesores habín recogido hasta la mañana de ayer, 6.500 firmas en apoyo a sus demandas y han enviado una carta al ministro, Suárez Pertierra, en la que reclaman una entrevista y propoen soluciones, pero no han recibido respuesta hasta la fecha, según explicó Vaquero.

Franco González, diputado, concejal en el Ayuntamiento de Madrid y portavoz de Educación de Izquierda Unida, afirmó a Servimedia que "el señor ministro no se puede ir de vacaciones sin solucionar este problema; si no, lo va a pasar mal porque si no es apaz de arreglar una pequeña cuestión, que es de justicia, cómo va a solucionar los grandes problemas de la educación".

A 300 KILOMETROS DE LOS HIJOS

"Desde luego, esto supone un motivo de romper familias, un motivo de divorcio, mis hijos viven aquí con su padre, mientras yo trabajo en Coria (Cáceres), a trescientos kilómetros, veo a la familia cinco minutos a la semana, como comprenderas estoy muy contenta", apuntaba Carmén Merino, una de las profesoras más afectadas por el problema.

La vida d los profesores desterrados frente al ministerio no resulta nada fácil, según informó a Servimedia José Ignacio Vaquero.

"Puedo escribir un libro con lo que hemos pasado en estos 36 días, acostándonos a las dos de la madrugada para levantarnos a las cinco o las seis, casi sin dormir, con vagabundos y drogadictos que quieren dormir aquí, y petardos que algunos 'graciosos' de la llamada 'movida' nos tiran en las noches de fin de semana. Pero vamos a aguantar", señaló.

El dueño de un kiosko de peridicos situado frente a la puerta del ministerio, y cuya furgoneta suele despertar a los profesores a las seis de la mañana, declaró a Servimedia que él no sabía de política, "pero ¡caray cómo aguantan!, con el calor que hace, y yo los veo todos los días ahí, pasándolo mal".

Los "Profesores desterrados" cuentan con el apoyo, además de Izquierda Unida, de las organizaciones sindicales UGT, CCOO, AMPE, ISTES y CSIF, según señaló Angel Minaya, miembro del colectivo.