Según el Ejecutivo, el mayor número de tentativas de suicido en el instituto armado se produjo en Cataluña, con siete intentos, siguiéndole de Andalucía, con 6 casos; Castilla-La Mancha, con 5 intentos; y Madrid y País Vasco con 4.

La mayoría de los agentes de Guardia Civil que se intentaron matar el año pasado lo hiceron con medicamentos con 18 casos. 7 guardias civiles quisieron quitarse la vida con un arma de fuego y 6 guardias civiles con una sección de venas. El procedimiento del ahrcamiento lo intentaron 3 agentes y uno con arma blanca y otro con una huelga de hambre.