LA TORTILLA DE PATATA ESPAÑOLA YA TIENE VERSION ULTRACONGELADA, CON "SOBROSOS" RESULTADOS

MADRID
SERVIMEDIA

La tortilla de patata española ya ha conseuido comercializarse de forma congelada y con resultados positivos, tras varios intentos fracasados, según la fórmula presentada en I Salón Internacional de Productos de Gran Consumo, Lineal 91, que hoy fue clausurado en el parque ferial Juan Carlos I de Madrid.

Bautizada con el nombre "Flamber" y comercializada por la empresa Promi Ultracongelados, S.A., estas tortillas están elaboradas con los tradicionales ingredientes (patatas, huevos, aceite de oliva, cebolla y sal), pero sometidos a un proceso epecial de conservación.

Así, según informó a Servimedia Tomás Cañero, representante comercial de Promi, las patatas son del tipo especial "red pontianc" y "kennebc", que tienen un mayor grado de conservación y que, al igual que los huevos, son sometidas a un proceso de pasterización.

Las tortillas, cuyo coste unitario oscila entre 325 y 400 pesetas, se vende en dos versiones: con y sin cebolla, y puede ser preparada fácilmente en microondas, horno o sartén.

Promi Ultracongelados, empresa proovida por Fundosa, sociedad instrumental de la Fundación ONCE, ha comenzado a comercializarla con éxito en España a través de supermercados y tiendas de ultramarinos. Sus directivos confían que en una fase posterior alcance gran aceptación en el extranjero.

PAN CONGELADO

Otra de las novedades presentadas en la feria, dentro de la gama de productos ultracongelados, es el pan congelado "Masa express", elaborado por la empresa Sadepan S.A., de Madrid.

La masa se comercializa congelada en 18 tipos iferentes. Tras un proceso de fermentación de dos horas, se la somete a cocción en el horno durante 20 minutos para obtener el pan.

Entre la variedad de productos destacan los bollos con zanahoria, pan integral de trigo, pan de viena, pan de pasas y nueces, pan de seis cereales, etc.

Enrique Pastor, representante de la empresa, manifestó que la ventaja se trata de un pan de calidad y de gran variedad, que llega a la mesa caliente, con un alto grado de conservación durante todo el día y con un cose de dos pesetas más que la barra habitual.

La desventaja es que son necesarias unas cámaras de fermentación que la mayoría de los establecimientos interesados no tienen.

Según Pastor, este producto ha comenzado a comercializarse, fundamentalmente, en hoteles, restaurantes y líneas aéreas, aunque la empresa no descarta la posibilidad de que los grandes supermercados instalen cámaras de fermentación y hornos para poder venderlos ellos directamente.

Esta empresa, que está participada también or Fundosa, pretende instalar, a corto plazo, una serie de "boutiques del pan" franquiciadas que, bajo el nombre de "Migas", suministren este producto.

(SERVIMEDIA)
28 Mayo 1991
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