El profesor Capitel apostilló que el polémico proyecto ha sido realizado por un arquitecto americano de segunda fila, "cosa bastante triste", añadió, "si se tiene en cuenta que la arquitectura española está plagada de buenos profesionales".

"Nos han colocado una cosa llamativa y absurda, que ha estropeado el entorno de la Castellana y constituye una tomadura de pelo", concluyó el arquitecto.

Capitel, que hy presentó una exposición sobre "Tradición y cambio en la arquitectura de seis ciudades europeas", que tendrá lugar en el centro cultural Conde Duque, hizo estas afirmaciones para referirse a aquellos elementos arquitectónicos que, a su juicio, afean la ciudad de Madrid.

Así, repasó algunos casos de construcciones que afectan negativamente la imagen de la capital, como el edificio de Torre Picasso, "que está muy bien iluminado por las noches, aunque es mediocre", o la colocación de toboganes en el paso del Prado, "lo que da prueba de una visión desenfocada de la ciudad".

El catedrático señaló que en lo referente a arquitectura urbana, Madrid tiene algunas asignaturas pendientes, como la reforma de las plazas de Colón o Cibeles, en las que se debe tener en cuenta el papel preponderante del peatón.

Capitel subrayó que es inconcebible que para atravesar Cibeles las personas tengan que pasar por un "subterráneo siniestro", ocupado por numerosos mendigos, ya que no pueden cruzar por la superficie. En cuanto a lo realizado en los últimos años para mejorar la arquitectura del casco urbano de la ciudad, el profesor enumeró la reforma de la estación de Atocha y de las puertas del Sol y de Toledo. Igualmente, alabó los edificios del Banco de Bilbao y la Torre de Windsor, ambos situados en la zona de Azca.