Un directivo del grupo italiano Saffa, al que pertence Sarrió fue el encargado de comunicar ese extremo, a últimas horas de la tarde de ayer, durante un encuentro con el comité de fábrica de Almazán.

La reunión tenía por objeto informar de la renegociación de la deuda de 973 millones que viene arrastrando Torras con Sarrió y que motivó un paro técnico de la producción durante nueve días.

Esa renegociación ha supuesto una reducción de la cantidad y del plazo inicialmente previsto ara abonar la deuda.

Según fuentes sindicales, Torras está muy interesada en el producto fabricado en Almazán, al que califican como uno de los de "mejor calidad".

La reunión de ayer ha tranquilizado al comité de empresa, por las perspectivas futuras que se abren tras la disposición de Torras a proseguir en la comercialización del producto.

El acuerdo de febrero de 1991, por el que Torras vendió a Sarrió la factoría, contemplaba que el grupo kuwaití se haría cargo del producto hasta el mes d diciembre de 1993.

La dirección del grupo italiano decidirá las nuevas inversiones en la factoría de Almazán una vez que la Dirección General de Incentivos regionales aclare la subvención que conceda al proyecto de modernización presentado en septiembre por un presupuesto de unos 1.518 millones de pesetas.

En la actualidad, Sarrió cuenta con 142 trabajadores y vende en Europa unas 700.000 toneladas de cartoncillo al año.