Afirmó, tras la comparecencias de Virgilio Cano y de Carlos Mayor Oreja, que "ha quedado claro que ni en tiempos del Gobierno de Joaquín Leguina ni de Alberto Ruiz Gallardón se practicaba espionaje alguno en el seno del Ejecutivo, cosa que sí ha ocurrido bajo la Presidencia de Esperanza Aguirre y bajo la responsabilidad del consejero indigno Francisco Granados, que un día más sigue siendo consejero y del que exigimos su cese fulminante porque es la vergüenza moral de esta Comunidad".

Gómez dijo que la comisión de investigación "empieza tarde, es una comisión cercenada con vetos del PP en los comparecientes y en la documentación que se ha solicitado", lo que a su juicio constituye "una provocación permanente por parte del PP para intentar que los socialistas abandonemos la comisión de investigación.

Dijo que el PSM no va a abandonar la comisióny "vamos a redoblar los esfuerzos para que sirva para esclarecer el asunto más oscuro y sucio que jamás ha ocurrido en la Comunidad de Madrid".

Señaló que esta actitud del PP se enmarca en una "maniobra" del Gobierno regional para tratar de "eludir su responsabilidad" y añadió que "estamos asistiendo desde el pasado domingo, tras las elecciones en Galicia y en Euskadi, a un intento torticero de la presidenta regional por sumarse al carro de los vencedores".

"Esperanza Aguirre se intenta envolver en la victoria electoral en Galicia para tratar de escapar de lo que es su preocupación fundamental: rendir cuentas a los ciudadanos de por qué se produjeron espionajes desde la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior", señaló Gómez.

Concluyó que "Aguirre no puede sumarse al carro de los vencedores porque ni estaba ni se le esperaba, incluso Mariano Rajoy impidió que Aguirre estuviera en la noche electoral a su lado".