La responsable socialista de Políticas Sociales y Migratorias del PSOE, Consuelo Rumí, explicó hoy a Servimedia que todos los extranjeros no comunitarios que quieran incorporarse al mercado laboral español deberán obtener un visado en el Consulado o la Embajada española de su país de origen.

Rumí señaló que, si durante el tiempo de validez del visado los inmigrantes no accedieran a ningún puesto de trabajo, "éstos deberan volver a su país de origen porque, si no, se convertirían en inmigrantes irregulares".

A su juicio, la reforma de la Ley de Extranjería ayudará a frenar la inmigración ilegal. "El Gobierno no ha sabido dar respuesta al problema de la irregularidad, y para que esto no suceda deben existir canales para que los inmigrantes pueden venir a trabajar a nuestro país de forma regular", apuntó.

En el transcurso de las conversaciones, los socialistas han propuesto al Ejecutivo que la ley establezca la apobación de un número de visados de búsqueda de empleos, con una vigencia de tres meses, dirigidos especialmente a los hijos o nietos de españoles, y otros vinculados a ciertos sectores, "en los que es muy complicado contratar en origen, como por ejemplo el servicio doméstico o el servicio a mayores".

Asimismo, en el ámbito de la reagrupación familiar, la reforma prohíbe regularizar a familiares de un extranjero que haya conseguido permiso de residencia por estar casado con otro que ya lo tenía. En est apartado, Rumí exigió al Ejecutivo una mayor flexibilización y exigió que, por ejemplo, "los ascendientes reagrupados puedan traerse a sus hijos menores o incapacitados".