El anuncio del Ejecutivo corresponde a lo acordado en el informe final del grupo gubernamental sobre los derechos de los discapacitados. Con una ayuda estatal de 30 millones de libras (unos 7.500 millones d pesetas), los colegios instalarán rampas para los jóvenes con discapacidad y sistemas para ayudar a orientarse a los alumnos sordos.

La reforma anunciada por el Gobierno se produce tras la controversia por el Decreto sobre la Discriminación de los Discapacitados, que otorgaba a estos ciudadanos el derecho al acceso a bienes y servicios, pero en el que se excluían la educación, el transporte público y algunos tipos de trabajo.