La directiva establece unos requisitos mínimos que debe cumplir la garantía, que en el caso de los automóviles ya están recogidos por la normativa española actual, por lo que en la práctica la directiva sólo implica una ampliación de los periodos de garantía, según manifestó hoy a Servimedia el director general de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Mario Arnaldo.

De hecho, numerosas marcas ofrecen ya dos, tres y hasta cinco años de garantía, si bien los contratos que la formalizan pueden contene alguna cláusula abusiva, como han confirmado varias sentencias. Por ejemplo, es nula la cláusula que obliga al cliente a llevar el coche a los talleres oficiales de la marca para las operaciones de mantenimiento.

En el caso de los coches de segunda mano, la actual garantía de seis meses podrá ser de un año, según la directiva, que será efectiva en enero aunque el Gobierno español no haya publicado todavía el real decreto correspondiente.

Sin embargo, como también establece la vigente Ley 7/1996 e Ordenación del Comercio Minorista, es posible limitar el alcance de la garantía en el caso de vehículos usados en función de su antigüedad.

Unicamente Cataluña ha regulado este aspecto y en la Orden de 7 de mayo de 1997 del Departamento de Industria, Comercio y Turismo de la Generalitat se establece que cuando el vehículo comprado tenga una antigüedad inferior a un año la garantía será de 6 meses.

Si el coche cuenta entre uno y cuatro años, la garantía será de 3 meses; si el vehículo tiene entr cuatro y siete años, el periodo de garantía se reducirá a 2 meses, y para más de siete años, sólo 15 días.

Según la directiva, en el caso de los coches de segunda mano, durante los seis primeros meses de la garantía la carga de la prueba corresponde al vendedor, mientras que durante los siguientes seis meses será el comprador quien deberá demostrar que el fallo o la avería ya estaba en el coche en el momento de la compra.