TODA LA POBLACION DE CALDES (GERONA) ASISTE AL FUNERAL POR LAS VICTIMAS DE LA EXPLOSION DE GAS QUE HIZO CAER UN EDIFICIO

GERONA
SERVIMEDIA

La mayor parte de los vecinos de Caldes de Malavella (Gerona) participaron este mediodía en los funerales por cuatro de las víctimas mortales que se cobró la explosión de gas propano en un edificio de la población la madrugada del pasado jueves. El oficio rligioso, presidido por el obispo de Gerona, Jaume Camprodon, tuvo lugar en la iglesia parroquial de Sant Esteve. La quinta víctima fue enterrada en Calella (Gerona).

El obispo de Gerona se refirió a las muestras de solidaridad ofrecidas por el pueblo de Caldes, de 3.200 habitantes, tras el siniestro producido por la explosión de gas, en el que además de las cinco personas muertas, resultaron heridas ocho, cinco de ellas de gravedad.

El suceso se produjo en un edificio de tres plantas de unos bloqes conocidos como Nostra Senyora de la Llum, construidos en 1967 en las afueras de la población para ser alquilados a los trabajadores de la planta embotelladora de Gases Licuados del Petróleo. Esta empresa de gas se encuentra a unos 100 metros de la casa siniestrada.

La explosión tuvo lugar después de que un vecino del inmueble encendiera un cigarrillo. Según indicaron fuentes de los Bomberos, la causa de la misma podría ser una fuga o un grifo abierto de gas propano.

Las cinco personas que muriron como consecuencia del accidente son Francisco Botello, de 42 años; Francisco Aragúndez, de 35, que fue enterrado hoy en Calella; y la familia formada por Juan Moreno, de 38 años; su esposa Dolores Reina, de 37; y el hijo de ambos, Juan Moreno Reina, de 12 años.

Los heridos fueron trasladados hasta el hospital Josep Trueta de Gerona, aunque a dos de ellos los llevaron horas más tarde al de la Vall d'Hebron de Barcelona debido a su gravedad. Se trata de Maria del Mar Ramos, de 17 años, que resultó cn lesiones en la columna y médula espinal, y Fernando Cuns, con quemaduras de segundo y tercer grado en la cara y las manos. La explosión se originó en el piso de este último.

Según declararon fuentes de la empresa Repsol-Butano, las instalaciones de gas del inmueble siniestrado fueron inspeccionadas en mayo de 1992 por última vez, y dentro del plazo previsto por la Administración. Durante la revisión no fue detectado ningún fallo.

(SERVIMEDIA)
10 Abr 1993
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