Los grupos de la oposición consideran que el nuevo tributo, que se denominará canon de saneamiento, no terminará con los vertidos ilegales y los problemas de contaminación que éstos generan.

El Bloque Nacionalista Galego (BNG) ha iniciado una campaña de oposición promoviendo la presentación de mociones e rechazo al impuesto en todos los municipios de Galicia.

Por el contrario, la Consejería de Obras Públicas de la Xunta considera que el nuevo canon resultará efectivo en la lucha contra la contaminación industrial y mantiene que el 99 por ciento de los núcleos de población gallegos no deberán pagar este impuesto, ya que tienen menos de 500 habitantes.

Sin embargo, el BNG ha replicado que los vecinos de las poblaciones con más de 500 habitantes ya pagan tasas por alcantarillado, abastecimiento, cnsumo y, en ocasiones, mantenimiento de depuradoras.

Francisco Trigo, portavoz del BNG, indicó que puede darse el caso de que una población con 499 habitantes que realice vertidos contaminantes a una ría no tenga que pagar el nuevo tributo, mientras que una con más de 500 que disponga de sistemas eficaces de control de vertidos si tendrá que hacerlo.