Doce voluntarios realizaron dos pruebas diferentes subidos a una bicicleta. Mientras ellos hacían deporte, los científicos midieron el volumen de aire que entraba, la ventilación y la resistencia en la nariz. Sin embargo, los científicos no detectaron ninguna diferencia entre los atletas con o sin tirita.

"Muchos deportistas utilizan estas tiritas sobre la nariz", explicó el profesor Frank Cerny durante el congreso anual de la Federación Americana para Medicina Deportiva "La mayoría, encima, las utilizan mal". "Nosotros queríamos saber qué efectos reales tienen estos pequeños objetos sobre sus portadores".

Pero incluso cuando se utiliza correctamente, la tirita no tiene ningún efecto en la respiración durante los esfuerzos deportivos intensos. En el momento en que el atleta tiene que pasar de la respiración nasal a la respiración por la boca, la tirita ya no hace nada. Y este tipo de esfuerzos son los que deben realizarse al hacer deporte.

Las tiritas sí funcionn en las actividades menos intensas, como pasear en bicicleta o caminar, pero carecen de utilidad cuando el atleta tiene que respirar, inevitablemente, por la boca.

Lo que nadie puede negarle al deportista es el efecto psicológico de llevar la tirita en la nariz. Si éste cree que obtendrá mejores marcas por llevar el aparato, quizás las consiga.