Casado entró al auditorio del Palacio de Congresos de Sevilla pasadas las seis y media de la tarde, nada más finalizar el discurso del expresidente del Gobierno José María Aznar y justo antes de que tomara la palabra el expresidente Mariano Rajoy y le tocara hablar al propio Casado.

Los militantes se pusieron en pie para recibirle y aplaudirle después de que la presidenta del cónclave popular, Teófila Martínez, anunciara su entrada acompañado de Feijóo. Sin embargo, los aplausos generalizados apenas duraron 30 segundos.

Casado bajó una larga escalera acompañado de Feijóo, sonriendo bajo la mascarilla y saludando a todos los que encontraba a su paso, que también se afanaban por dar la mano al presidente de la Xunta y próximo líder nacional del PP.

Al llegar a la primera fila, Casado se abrazó con Rajoy, que le hizo unos comentarios al oído y saludó al resto de los barones que le aguardaban allí para escuchar las palabras que pronunciará en su último discurso como presidente nacional del PP.

Unos minutos antes, Aznar había reivindicado la figura de Casado en su discurso al pedir "dejar atrás los errores pero no a las personas" y especialmente al ensalzar que en 2018 diera el paso "cuando tenía que darlo" para presidir el PP en un momento que "no era fácil" y que durante estos últimos años haya tenido que hacer "frente al Gobierno mas sectario" de la democracia.