La presencia de esta especie de saurio en el círculo polar Artico en el Cretáceo hae pensar a los investigadores que las temperaturas eran más altas que las actuales.

Los expertos estiman que en ese periodo en el polo norte nunca helaba durante el invierno y en verano se alcanzaban temperaturas de 20 y 30 grados.

Los resultados del estudio, publicados en la revista "Sciencie", incluyen un análisis de las formaciones geológicas en las que se encontraban los fósiles, que aparecieron incrustados en un sedimento de lava.

Según los investigadores, el periodo en el que vivieron stos saurios está marcado por la sucesión de erupciones volcánicas, que podrían haber provocado la emisión de grandes cantidades de dióxido de carbono que habrían ocasionado un efecto invernadero similar al que ahora producen las emisiones que genera la actividad humana.