"THE ECONOMIST" AFIRMA QUE EN ESPAÑA HAY CORRUPCION "FRECUENTE" EN LA POLITICA REGIONAL Y LOCAL

MADRID
SERVIMEDIA

La prestigiosa revista británica "The Economist" considera queEspaña ha mejorado su nivel de limpieza política, pero estima que la corrupción todavía es "frecuente" de manera especial en los niveles regionales y locales de la política.

"The Economist" hace esta apreciación en un artículo publicado en su último número bajo el título "¿Es Europa corrupta?", en el que reflexiona sobre el escándalo de la financiación irregular de la Democracia Cristiana alemana y otros "affaires" similares, aunque llega a la conclusión de que la corrupción no es un problema generaliado en las instituciones democráticas europeas.

Tras referirse a los graves problemas vividos en Italia, la revista añade: "otras gentes del sur, notablemente los españoles y los portugueses, han mejorado, aunque las prácticas irregulares y la corrupción, especialmente en los niveles regionales y locales, todavía son frecuentes". Recuerda, asimismo, que "el último Gobierno socialista, presidido por Felipe González, cayó en gran medida porque era visto como corrupto".

Para "The Economist", la peorsituación entre los paises europeos formalmente democráticos se da ahora en los estados ex comunistas del Este y Centro de Europa, en donde "abunda la corrupción en los negocios y en la vida pública", y también es elevada en Grecia y Turquía.

"En el otro extremo de la escala, los nórdicos ganan indudablemente el premio a la limpieza", añade "The Economist", que ilustra esta aseveración con un ilustrativo ejemplo: "el año pasado, una ministra sueca que muy bien podría haber llegado a ser jefe de gobiero dimitió cuando se reveló que había comprado a su hijo un modesto juguete con una tarjeta de crédito oficial".

La revista considera, no obstante, que los escándalos que han afectado directamente al ex canciller alemán Helmut Kohl, y otros registrados en Bélgica o incluso en Gran Bretaña suponen un desafío a "la vieja suposición de que Europa del norte es incomparablemente más limpia que Europa del sur", algo que tradicionalmente se atribuía al carácter más estricto de la mentalidad protestante, a leys más rigurosas contra la corrupción, y a una mayor independencia de jueces y prensa frente al poder ejecutivo.

"The Economist" incluye un análisis comparativo del grado de limpieza y transparencia de la financiación de los partidos en diez democracias (Bélgica, Gran Bretaña, Chequia, Francia, Alemania, Italia, Japón, España, Suecia, y Estados Unidos) en función de seis criterios: existencia de subvenciones estatales, existencia de subvenciones de empresas y sindicatos, legalidad o no de los donativosextranjeros, obligatoriedad o no de publicar las cuentas de los partidos, fijación o no de una cantidad de dinero a partir de la cual los donativos deben ser declarados, y limites a los donativos y al gasto de los partidos.

El resultado del análisis muestra que hay ayudas estatales en todos los paises, salvo Gran Bretaña, y que los donativos de empresas están permitidos en todas partes excepto en Bélgica, que no los acepta en ningún caso, y en Francia (desde 1995) y en Estados Unidos, si bien en estosdos últimos paises con excepciones.

Los donativos extranjeros están prohibidos en España, EEUU, Japón y Francia, y autorizados en los seis restantes paises; las cuentas de los partidos deben ser obligatoriamente difundidas en todos, salvo Gran Bretaña y la República Checa; y, con la excepción de Gran Bretaña y Suecia, todos los paises fijan límites a partir de los cuales hay que declarar los donativos, con mínimos que van desde el equivalente a 125 dólares fijados por Bélgica a los 10.300 dólares de Aemania.

Finalmente, en tres países no hay límites al importe de los donativos ni al gasto de los partidos: Alemania, Suecia y República Checa. En el resto sí los hay, con fórmulas diferentes, aunque la más frecuente es la de estipular límites al gasto de los candidatos electorales y a los donativos, tal como ocurre en España.

"The Economist" señala que cada vez más paises coinciden en estimar que los límites al gasto electoral de los candidatos contribuye a hacer más limpia la política y apunta qe en Suecia, uno de los paises más ejemplarmente democráticos, el Estado es la principal fuente de ingresos de los partidos.

En Alemania, Italia, España, Francia, Suecia y la República Checa, entre otros paises, los partidos reciben ayudas públicas calculadas en función de sus resultados electorales. En algunos paises, a los partidos se les reconocen, además, ventajas como el franqueo postal gratuito y el acceso, también gratis, a la radio.

(SERVIMEDIA)
29 Ene 2000
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