Willy Meyer se entrevistó ayer en la provincia de Cádiz con el testigo protegido durante hora y media y de su conversación con él interpreta que es un hombre "que tiene muchísima y valiosísima" información para aportar al juez de la Audiencia Nacional, Javier Gómez de Liaño.

Según Meyer, el testigo 1964/S es una persona "que me da mucha credibilidad" y todos los datos que ha aportado a la prensa y otros muchos que le omentó "tienen bastante base".

El ex agente del CESID le comentó a Meyer durante su entrevista que es consciente que "tarde o temprano voy a caer, soy consciente que puedo morir" tras decidir colaborar con la justicia y testificar sobre asuntos relacionados con la trama de los GAL.

El testigo protegido está "muy demacrado", "sufriendo un auténtico drama personal", pero está dispuesto a seguir adelante asumiendo el riesgo de su propia vida, aunque en estos momentos está bien protegido, como comproó personalmente el propio Meyer.

HERMANITA DE LA CARIDAD

Durante la entrevista, el testigo 1964/S adelantó que iba a comenzar una campaña de desprestigio sobre su persona para devaluar su testimonio, "para demostrar que no soy una persona de fiar".

El antiguo agente del Cesid, cuya identidad se desconoce, reconoció a Meyer que no es "ninguna hermanita de la caridad" y se mostró dispuesto a asumir la responsabilidad de cualquier acutación suya que rozara la ilegalidad.

Meyer manifestó que "l me llegó a decir que si él también tiene que asumir sus propias responabilidades lo haría, si hay acusaciones sobre él está dispuesto a ponerlo todo en manos de los jueces y que se investigue".

Meyer tuvo conocimiento de este relato antes de que hoy se publicara una información en "El País", en la que un empresario guatemalteco le acusa de extorsión durante su estancia ese país.

El testigo protegido aseguró a Meyer que "se pretende crear en torno a mi persona una figura que desmerezca" su volunad de declarar como testigo de cargo en el caso `Lasa y Zabala', pero dijo estar dispuesto a que "la ley caiga con todo su peso" sobre los responsables de ese asesinato.

Meyer encontró al ex agente del CESID "muy convencido de que quieren hacerle callar, ya que con toda la información acumulada que tiene y por su relación con los servicios de información, así como los testimonios que me contó es una persona absolutamente incómoda, que estorba".

También confirmó que es una persona cuyo testimonio puede ayudar a esclarecer una cosa muy grave y muy bárbara. El tiene esa disposición, quiere dar ese paso después de haberle secuestrado, torturado y violado".

El portavoz de Interior del Grupo Parlamentario de IU en el Congreso comprobó también que "está totalmente abatido" y que "su familia está viviendo un auténtido drama personal, una situación de horror".