La institución debía publicar el calendario antes del 1 de febrero, cosa que ha hecho y sin sorpresas. Como viene a ser tradicional, celebrará una subasta de cada tipo de Letras en las primeras tres semanas de cada mes.

De cara a este año, hay un especial interés de los inversores por este instrumento financiero, más después de que el interés ofrecido haya escalado hasta el 2,998% en las Letras a 12 meses. Con estas rentabilidades, la compra de deuda pública se convierte en una opción competitiva para los perfiles más conservadores.

El siguiente paso que debe dar el Tesoro es publicar el calendario de subastas de Bonos y Obligaciones del Estado, es decir, las fechas de las emisiones de deuda a medio y largo plazo. Una vez realizado este paso, los inversores ya contarán con el calendario completo de cara a 2023.

El programa de deuda pública de este año contempla una emisión bruta de 256.846 millones de euros, lo que supondrá un 8,2% más en comparación con los 237.498 millones de emisión bruta de 2022.

No obstante, el organismo espera reducir su emisión neta en 5.000 millones de euros durante este año, hasta los 70.000 millones. Por tipo de instrumento, prevé que las Letras aporten financiación neta “negativa” por 5.000 millones, por lo que los Bonos y Obligaciones del Estado, junto con el resto de las deudas en euros y en divisas, financiarían un total de 75.000 millones.

En tan solo las tres primeras semanas de 2023, el Tesoro ha emitido ya 19.219,09 millones de deuda, es decir, algo más de una cuarta parte de los 70.000 millones que se había propuesto para todo el año. Estas cifras van en línea con su plan de acción habitual, que se basa en “acelerar” las subastas y emitir el grueso de la deuda en la primera parte del ejercicio.