Según informó el Ministerio del Interior, efectivos policiales localizaron en una zona de maleza a unos 100 metros al norte del aeropuerto de Zaragoza los citados tubos, preparados para el lanzamiento de granadas del tipo Mekar.

Los tubos eran de PVC y tenían una longitud de 120 centímetros y un diámetro de 90 milímetros. La granada que no estalló fue desactivada en el lugar por especialistas del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil.

Previamente al ataquel, se recibieron sendas llamadas en el diario vasco "Gara" y en la DYA avisando de la colocación de los explosivos y asegurando que estallarían entre las 12 y las 14 horas.

De manera inmediata, según Interior, se activaron todos los servicios disponibles en la zona para garantizar la seguridad en el aeropuerto y tratar de localizar los tubos lanzadores.

A las 12,03, cuando el aeropuerto ya había sido desalojado, estalló uno de los dos artefactos en una zona próxima a las instalaciones. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado continuaban esta tarde rastreando la zona.