Rueda señaló que en el pasado se han producido terremotos mucho más importantes en la Península y su entorno, y recordó que este siglo, además del movimiento registrado en Adra (Almería) en 1994, de magnitud idéntica alde ayer, se contabilizaron temblores más importantes que afectaron a la Península Ibérica.

Entre estos movimientos destacó el maremoto que se produjo en el suroeste de Cabo San Vicente en 1969, que superó la magnitud 6 en la escala Richter, y el de Argelia de 1985, de magnitud 8.

No obstante, Rueda indicó que en la zona de Murcia no son habituales terremotos de magnitud superior a 5 en la escala Richter, como el de ayer, al que han sucedido otros 16 movimientos desde entonces, todos de magnitud mnor.

El responsable del Servicio de Detección manifestó que con la tecnología actual no es posible predecir un movimiento sísmico, por lo que aseguró que carece de base científica aventurar que España sufrirá un terremoto de gran magnitud a corto plazo.