Una delas réplicas alcanzó una magnitud de 3 grados en la escala de Richter, aunque el temblor no fue percibido por la población, al contrario de lo que ocurrió con el primero, que se sintió en toda Galicia, Asturias, León, Zamora y en algunas zonas de Salamanca, Valladolid y Segovia.

Aunque no se produjeron víctimas, el terremoto produjo fisuras en las fachadas de algunos edificios de las poblaciones más próximas al epicentro.

Miguel Tomé aseguró que este movimiento sísmico "no tiene ninguna relación irecta" con los registrados durante las últimas semanas en la madrileña Sierra de Guadarrama, ya que están motivados por la acción de fallas distintas.

"Cada terremoto", dijo, "está asociado a su falla y cada falla tiene su mecanismo de ruptura, en función de su longitud y la geología del terreno; por lo tanto podemos decir que no existe una relación directa entre estos terremotos".

El que hoy se produjo en Lugo tiene su origen en una falla que recorre de norte a sur toda la provincia. Tiene una ran longitud, por lo que produce movimientos que liberan una importante energía.

Por este motivo, ya se han registrado en otras ocasiones terremotos de magnitud similar en la provincia de Lugo, a pesar de que no existe riesgo alto de que se produzca un gran terremoto. El 15 de febrero de 1979 se detectó uno de magnitud 4,6 en la zona y el 18 de diciembre de ese mismo año otro de 4,2 grados.