La humedad ha calado mantas y enseres, al tiempo que se convierte en caldo de cultivo ideal para la fácil propagación de enfermedades de todo tipo, informa esta ONG.

Actuamente, las prioridades para las agencias humanitarias que trabajan en la zona, entre ellas Cáritas, se centran en buscar refugios secos y seguros para las víctimas del seísmo.

Un equipo de voluntarios de Cáritas Turquía ha sido el primero en llegar a pequeñas poblaciones situadas al sur de Yaroya, donde ha quedado todo destruído y donde sus habitantes necesitan ayuda urgente.

Por ello, Cáritas, desde el contacto con las necesidades más inmediatas, pide urgencia en el envio de instalaciones móvile de letrinas, detergente, jabón, pañales para bebés, medicina para atacar las diarreas y agua potable.

En cuanto a la recaudación de la campaña de emergencia abierta por esta ONG, la cifra, a mediodía de hoy, ascendía a 55 millones de pesetas.