Moix señaló que los escritores pasan meses escribiendo a solas, afrontando incluso dolencias como la artrosis de mano, como es su caso, y no reciben una sola ayuda oficial de la Administración, igual que los pintores, frnte a las numerosas subvenciones que ofrecen al mundo del cine.

"No me he enterado nunca de la política cultural", afirmó. "Mientras gobernó el PSOE no tuve ningún encuentro con sus ministros de Cultura jamás. Vivo completamente alejado del mundo del poder. Y en Cataluña, no digamos, porque Pujol me odia", dijo.

Diez años después de recibir el premio Planeta, anoche obtuvo el I Premio de Novela Fernando Lara, convocado por la Fundación José Manuel Lara en homenaje a su hijo muerto en accidente detráfico hace ahora un año. Moix se presentó al concurso con "El amargo don de la belleza", una novela histórica de obsesiones y reflexiones sobre la madurez centrada en Egipto que firmó bajo el seudónimo de Norma Desmond.

Terenci Moix desmintió que el premio, dotado con 20 millones -el segundo galardón literario más importante del país-, esté exento de cargas fiscales por el hecho de que haya sido convocado por una fundación y aseguró que Hacienda se llevará la mitad de la dotación del galardón.

ntre sus previsiones para el futuro más inmediato figuran sus vacaciones, aunque piensa ya en una próxima novela policíaca de obsesiones y psicópatas, si bien precisó que tiene en mente seis ideas para desarrollar, aunque ninguna de ellas es imperativa ni se impone sobre las otras.