"La actitud ante el Gobierno español ha sido de mesura y ha marcado otro planteamiento que nada tiene que ver con la confrontación política y la beligerancia de los obispos españoles", aseveró a Servimedia Tamayo.

En este sentido, consideró que el Papa "se ha movido únicamente en el terreno puramente doctrinal", haciendo algunas llamadas de atención. Su mesura, añadió, no se corresponde con la actitud de los obispos españoles. "Han quedado deslegitimados los obispos que buscaban esa confrontación política", insistió.

Por todo ello, consideró que la relación que ha habido entre el Papa y el Gobierno de la Nación "marca una nueva línea de la que deben tomar nota los obispos para seguir un planteamiento mucho menos beligerante y no interfiriendo en asuntos que corresponden al Parlamento".

Sobre las palabras de Benedicto XVI en el V Encuentro Mundial de la Familia, Tamayo destacó que el Pontífice ha mantenido el discurso tradicional de la concepción cristiana de la familia, que defiende como única forma de familia el matrimonio entre un hombre y una mujer y no reconoce otros modelos que sí están admitidos legalmente. "Eso me parece que es un planteamiento excluyente", opinó.