EL TENIENTE GENERAL MUÑOZ GRANDES AFIRMA QUE NO LE GUSTA VER A MUJERES EN PRIMERA LINEA DE COMBATE

-Deja claro que las FFAA "no son ONGS" y deben tener como prioridad la preparación para la guerra

-Dice que el franquismo nunca fue un "régimen militarista"

MADRID
SERVIMEDIA

Agustín Muñoz Grandes, teniente general del Ejército de Tierra considera que la mujer se ha incorporado muy bien a las Fuerzas Armadas, pero sostiene que, aunque le puedan tildar de machista, no deberían ser destinadas a misiones directas de combate.

"¡Y que bien se ha incorporado la mujer a nuestras filas, a pesar de que a mí, aunque pueda ser tildado de 'machista', no me gusta ver en primera fila en misiones directas de combate a quien tiene el privilegio de dar vida!", señala el teniente general.

Muñoz Grandes hace estas reflexiones en un artículo que pulica un número especial de la revista "Cuenta y Razón", de la Fundación Fundes, bajo el título "Las Fuerzas Armadas en defensa de la libertad", en el que pasa revista a las nuevas misiones del Ejército tras la caída del Muro de Berlín y al proceso de profesionalización, entre otras cosas.

El teniente general advierte de que el Ejército no podrá contar con material y armamento adecuado "mientras nuestro gasto de defensa se mantenga, año tras año, en torno al 1,1% del PIB, muy alejado del de los países e nuestro entorno".

"¿Por qué nos esforzamos en lograr convergencia en los principales parámetros económicos y renunciamos a hacerlo también en el presupuesto de Defensa", se pregunta el teniente general, actualmente en la reserva.

Respecto a la profesionalización, Muñoz Grandes señala que "el éxito dependerá, muy por encima de otras consideraciones, en conseguir que nuestras Fuerzas Armadas no se transformen en ejércitos de mercenarios".

A su juicio, el proceso de profesionalización "sin dua se animará tanto más cuanto más mejoren los salarios, cuanto más se perfeccionen los sistemas de captación, cuanto más se impulse la promoción interna, cuanto más se garantice al que ahora ingresa una salida digna al final de su compromiso, ya sea por haber adquirido durante su permanencia en filas una especialidad útil para la vida civil, ya sea porque se le conceda una preferencia para ocupar determinados puestos en ayuntamientos, Autonomías o Cuerpos de Seguridad del Estado".

Muñoz Grandes señalaque la OTAN y los ejércitos europeos siguen teniendo misiones claras después de la caída del Muro de Berlín. Entre los "focos de riesgo que causan especial preocupación" está, en su opinión, el que "la intolerancia xenófoba y el fanatismo religioso que se extiende por el Norte de Africa, amenaza ya directamente a la cuenca mediterránea y es de especial preocupación para España".

Para resolver ésta y otras amenazas, como la del terrorismo internacional, considera "no es bueno dejar en mano de unas poca potencias la grave responsabilidad de la protección de la libertad que a todos nos atañe, no es bueno que una gran nación se convierta en policía mundial".

A su juicio, aunque la tarea de las Fuerzas Armadas en misiones de paz son de elogiar y los militares españoles la cumplen con brillantez, debe quedar claro para qué sirve un Ejército. "Las Fuerzas Armadas no son ONGs. Deben seguir preparándose para la guerra. Al más fiero combatiente se le transforma y mentaliza, en un periodo de entrenamiento mu corto, en un excelente soldado de paz. Nuestra legión ha dado buena prueba de ello. La recíproca es falsa", señala.

EL PAPEL CONSTITUCIONAL DEL EJERCITO

Por otra parte, el teniente general considera "absolutamente claro" el papel que la Constitución asigna al Ejército. Recuerda, a este respecto, que el artículo 2 de la Carta Magna consagra la "indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles", y hace la siguiente reflexión: "¡Qué peligros serían unos ejérctos que pusieran en duda su misión fundamental, que no asumieran en plenitud la Norma Suprema que, libre y voluntariamente, se ha dado el pueblo español, y que sólo él puede cambiar!".

A su juicio, la inserción del Ejército español en el nuevo modelo constitucional y democrático surgido a la muerte del "Generalísimo" se vio favorecida por el hecho de que, "si bien es cierto que en España hubo durante 40 años un régimen autoritario presidido por un militar, también es cierto que nunca fue un régimen miitarista. No hubo gobiernos militarizados (al morir el Generalísimo sólo las carteras de Tierra, Mar y Aire estaban ocupadas por hombres de uniforme) sino lo que los modernos tratadistas dan por llamar Gobiernos 'civilizados', no existió realmente un poder civil y un poder militar".

"Y así", añade, "cuando fue promulgada la Constitución, las Fuerzas Armadas no tuvieron que ceder un poder que nunca ostentaron, ni tuvieron que luchar por mantener unos privilegios que nunca les habían sido concedidos, nituvieron que solicitar una Ley de borrón y cuenta nueva, una Ley de Amnistía por delitos que nunca cometieron. El muy grave incidente del 23-F, tantas veces ya tratado, no puede empañar el espléndido papel de nuestros Ejércitos en la transición".

Agustín Muñoz Grandes es hijo del que fuera capitán general bajo el régimen franquista. La trayectoria militar de su padre incluyó, entre otros hitos, la organización del cuerpo de guardias de asalto durante la Segunda República, la jefatura de la División Azl enviada a luchar contra la Rusia soviética durante la Segunda Guerra Mundial y la vicepresidencia del Gobierno de 1962 a 1967.

(SERVIMEDIA)
18 Nov 2001
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